Lecturas 2 de Agosto de 2020

PRIMERA LECTURA
Del libro de Isaías 55, 1-3

Esto dice el Señor: “Todos los que tienen sed, vengan a sacar agua, vengan los que no tienen dinero. Lleven trigo de balde y coman, lleven vino y leche sin pagar nada. ¿Para qué gastar dinero en lo que no alimenta, el sueldo en lo que no deja satisfecho? Óiganme atentamente, y comerán bien, se deleitarán con comidas sustanciosas. Presten oído, vengan a mí; escuchen para que tengan vida. Yo haré con ustedes una alianza eterna, les cumpliré las promesas que por amor hice a David”. 

Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL
Del salmo 144
R/. Abre tú la mano, Señor, y nos sacias.

• El Señor es clemente y misericordioso, lento a la cólera y rico en piedad; el Señor es bueno con todos, es cariñoso con todas sus criaturas. R/.
• Los ojos de todos te están aguardando, tú les das la comida a su tiempo; abres tú la mano, y sacias de favores a todo viviente. R/.
• El Señor es justo en todos sus caminos, es bondadoso en todas sus acciones; cerca está el Señor de los que lo invocan, de los que lo invocan sinceramente. R/.

EVANGELIO
Del Evangelio según san Mateo 14, 13-21

Al enterarse Jesús de la muerte de Juan el Bautista, se retiró en barca a un lugar despoblado y solitario. Cuando la gente se dio cuenta, lo siguió a pie desde los pueblos. Al desembarcar Jesús y ver toda esa multitud, sintió compasión por ellos y curó a los que estaban enfermos. Al atardecer se le acercaron los discípulos y le dijeron: “El lugar es despoblado y ya es tarde. Despide a la multitud, para que vayan a los pueblos y compren de comer”. Pero Jesús les dijo: “No hace falta que se vayan. Denles ustedes de comer”. Ellos contestaron: “Pero no tenemos aquí más que cinco panes y dos pescados”. Él les dijo: “Tráiganmelos aquí”. Entonces mandó que la gente se sentara en la hierba y tomó los cinco panes y los dos pescados, alzó la mirada al cielo, bendijo los panes, los partió y se los dio a los discípulos, y ellos se los dieron a la gente. Y todos comieron y quedaron satisfechos. Después recogieron lo que sobró: doce canastos llenos. Habían comido unos cinco mil hombres, sin contar a las mujeres ni a los niños.

Palabra del Señor.

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